Anke

Grolsch Manager en Innovación

Cuando empecé aquí, todo el mundo decía que me venía como anillo al dedo. Resultó ser verdad.

Crezco cuando me abro a nuevas experiencias. Fuera del trabajo, pinto. El año pasado empecé a jugar al tenis, y he viajado mucho a Asia. Incluso me he apuntado a un curso para desarrollar más mis conocimientos sobre cerveza. Por eso encajo tan bien en la cultura de Grolsch. Me pongo a prueba continuamente, no me verás mucho tumbada en el sofá.

Poco después de entrar, me seleccionaron para formar parte del programa de jóvenes con potencial de Grolsch. Me ayudó a entender mejor mis puntos fuertes, mis debilidades y la manera en la que trabajo.

Aproximadamente un año después, asumí otro riesgo. Solicité un trabajo en el departamento de ventas de Grolsch. Me daba respeto, no tenía experiencia en innovación, pero era el tipo de oportunidad que siempre estoy lista para aprovechar. Conseguí el trabajo y ha resultado ser una de las mejores decisiones que tomado nunca.

Ahora, los compañeros del trabajo me ven como un portento.

PARA MÍ, LA INNOVACIÓN NO VIENE DE UNA PERSONA. SOY DE LAS QUE CONECTA SOCIALMENTE. CREO QUE CONSISTE EN EXPONER IDEAS Y EN ESCUCHAR A TANTOS COMPAÑEROS COMO SEA POSIBLE. A PARTIR DE ENTONCES, PODEMOS DESARROLLAR NUESTRA ESTRATEGIA DE INNOVACIÓN, JUNTAR UN EQUIPO DE GENTE Y CONSEGUIR QUE TODOS TRABAJEN HACIA EL MISMO OBJETIVO.

Dirigir el equipo de innovación también implica abordar los problemas ambientales del mundo. Y si bien puede ser desalentador, me da mucha fuerza saber que trabajo para una empresa que está comprometida en ser parte de la solución. Quiero que todos los holandeses conozcan las maneras en las que estamos innovando para ayudar al mundo.